'Las aventuras del profesor preguntón y los titanes de la ciencia', es el nombre del proyecto que lo llevó a ser nominado al premio Compartir al Maestro.
William Orozco Gómez creció en Sonsón y allí estudió en la Escuela Normal Superior Presbítero José Gómez Isaza.

Para llegar al Centro Educativo Rural El Rodeo de la vereda del mismo nombre en el municipio de Sonsón, no bastan las casi tres horas del viaje en chiva que inicia en el pueblo. A ese viaje por carretera destapada hay que sumarle dos horas a pie o a lomo de mula para agotar el camino que conduce a la institución.
William Orozco Gómez va y viene todos los domingos y viernes desde su casa en Sonsón. Hace dos años es el docente coordinador del CER El Rodeo. Allí llegó después de desempeñarse en la Institución Educativa Rosa María Henao Pavas, donde inició su carrera docente a la edad de 17 años, y luego en el CER Mulato Alto, de la vereda del mismo nombre.
Aunque nació en Aguadas, Caldas se siente un sonsoneño más, pues fue en ese municipio del Oriente donde creció, estudió y ahora ejerce el magisterio. En su inclinación por la docencia tuvo mucho que ver el hecho de haber estudiado en el CER de la vereda Roblalito B. Allí de niño, según dice, jugaba a ser profesor.
La Normal estimuló su vocación por una carrera que para él es más que una profesión. “Una profesión es donde despliegas aptitudes profesionales, pero acá hay una entrega total como ser humano”, dice William, quien egresó en 2009 de la Escuela Normal Superior Presbítero José Gómez Isaza y por sus buenos resultados en los Ecaes empezó a ejercer en provisionalidad en 2010, siendo “el único docente de Antioquia menor de edad”.
Paralelamente continuó su educación en la Universidad San Buenaventura, donde cursó la Licenciatura en Gestion Educativa, pero al ver que su interés se centraba en la básica primaria culminó su pregrado en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y se graduó como Licenciado en Educacion Básica. Hoy adelanta una maestría en Educacion en la Universidad Católica de Manizales.
Un maestro innovador

A William siempre le han gustado los retos, como aquel que asumió en Mulato Alto, donde la institución estaba cerrada, no había estudiantes y notó apatía por parte de la comunidad frente a la educación. Allí, dice, “empecé con un diagnóstico, una lectura de la realidad. Y al final se logró instalar escuela nueva y luego una posprimaria rural; la primera que hubo en Sonsón fue en ese centro educativo”.
Pero fue en El Rodeo donde se le ocurrió una idea innovadora en materia educativa. Surgió a partir de la interacción diaria con sus alumnos y de analizar el sistema educativo. Así notó que las prácticas pedagógicas existentes conducían a la memorización y la mecanización de la educación por parte de los estudiantes pero sin establecer procesos profundos.
Entonces inició un proceso de investigación - acción educativa para afrontar la problemática. Comprendía observacion y escritura pedagógica en un diario que le permitía recoger y sistematizar las experiencias para redimensionarlas, analizarlas y ver lo que transcurría día a día. Ese insumo fue la base para medírsele a reconstruir la práctica hacia un modelo en el que convergen contenidos, métodos, estrategias y formas evaluativas.
Así nació 'Las aventuras del profesor preguntón y los titanes de la ciencia', que cuenta la historia de un profesor en un mundo en blanco y negro en el que lo más importante es el silencio de los estudiantes. Como tenía mucha edad, todos creían que continuaría en ese mundo gris. Pero para sorpresa de todos cambió y a partir de una estrategia pedagógica basada en las preguntas hizo que el mundo empezara a tomar colores vivos, a medida que niños y niñas hacían preguntas sobre su entorno.
Y como la curiosidad de los pequeños fue tanta hasta la ropa se volvió de color, a tal punto que los 4 chicos más preguntones se convirtieron en los titanes de la ciencia y cada uno desarrolló poderes específicos que les permiten acompañar a los niños del mundo a través de sus preguntas. En esa estrategia los niños se inquietan por conocer su entorno buscando respuestas a sus preguntas y el maestro se convierte en un mediador que los acompaña en la búsqueda.
Mejoraron rendimiento
Desde que William implementó esa metodología en El Rodeo, inicialmente en el área de ciencias naturales, el 100% de sus estudiantes pasaron de la categoría e, en la que estaban todos, a los niveles a, b y c, es decir, mejoraron su rendimiento. Además, “se observa una apropiación alta de habilidades para investigar y han mejorado en todas las asignaturas”, afirma. Su meta ahora es articular la propuesta al modelo de Escuela Nueva.
Cuando supo de la convocatoria del premio Compartir al maestro, William venció su temor y escribió el ensayo con el que se postuló. Creyó que difícilmente considerarían una propuesta de un docente con poca experiencia, pero se equivocó. “En octubre salieron los resultados y quedé entre los 50 finalistas. Un grupo de expertos fue a mi institución a mirar mi práctica, a conocer el contexto. Luego escribieron el informe y nos nominaron a 19”. Los ganadores se conocerán el 30 de mayo.
En este punto a William no le importa si resulta ganador. Pues la sola nominación es valiosa para su naciente carrera en el magisterio. “Es la primera vez que una propuesta rural llega a la final de ese premio”, dice animoso este docente que entre las montañas sonsoneñas ha desarrollado una iniciativa que ha mejorado el rendimiento de sus estudiantes y unido a la comunidad.
William cuenta que representa para él la nominación al premio Compartir al Maestro.

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