
Durante este periodo todo despertará la curiosidad del bebé. Aunque se muestre interesado por un objeto en concreto, no le prestará más de dos o tres minutos de su tiempo, ya que son demasiadas las cosas nuevas y no puede detenerse mucho en cada una de ellas.
Cuando el niño comience a gatear, se despreocupará de los "juguetes" con los que antes se divertía, ya que su movilidad le hará descubrir cosas diferentes y extrañas para él.
En las tiendas infantiles encontrará infinidad de juegos acordes con la edad del bebé, aunque es probable que él se sienta más atraído por cosas a las que usted no daría importancia como recipientes de plástico, cucharas (u otros objetos) de madera, cartones, cajas de zapatos... Se divierte con este tipo de cosas, las golpea, las lanza contra el suelo para escuchar su sonido, las agita... Todo le fascinará.
Comienza a reconocer su nombre cuando lo llaman y el de familiares cercanos. Actúa de forma intencionada; por ejemplo, si usted esconde un juguete bajo una manta, él la levantará para recuperarlo.
Es precisamente en este periodo cuando empieza a buscar el apoyo de un adulto si no puede hacer algo por sí solo. También da muestras abiertas de lo que siente en cada momento (extrañeza, alegría, disgusto...).

Cuando hay varias personas en la misma habitación que el niño, mirará a la correcta cuando sea nombrada. Hará lo mismo si le preguntan por algún objeto que él conoce.
Al final de este periodo el bebé comenzará a usar objetos de forma correcta: el vaso para beber, el cepillo para el pelo, el teléfono para hablar...
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