El noviazgo

Primero abordaremos el que tiene que ver con el asunto de la adolescencia y de la juventud temprana, los 16, 17, 18 años. Hablando en este aspecto, el noviazgo entre los adolescentes, la postura que nosotros entendemos en los principios bíblicos cristianos, es que de ninguna manera es algo que sea recomendable.
Es evidente que en la etapa de la adolescencia y por supuesto en la juventud temprana, el ser humano ha despertado a una serie de sensaciones que antes no tenía, el adolescente ha cambiado su cuerpo, hay cambios hormonales en el adolescente que modifican la estructura de su cuerpo y que también, viene eso acompañado con una serie de sensaciones que lo hacen buscar, en muchos casos, el contacto con personas del sexo opuesto. Eso es algo de nuestra propia naturaleza humana y es algo que no se puede negar. Sin embargo, es obvio que no todo lo que nuestro cuerpo sienta o desee estamos obligados a dárselo, y muchas veces no solamente estamos no obligados a dárselo, sino que también tenemos que poner en orden ese tipo de sentimientos y de sensaciones para poderlos expresar en su tiempo correcto.
No ignorando que el adolescente tiene sensaciones y deseos que se han despertado en su cuerpo, pasamos a la siguiente parte que es, no por sentir nuevas cosas y porque su cuerpo se haya modificado, ese ya es el momento adecuado para empezar a manifestar una relación con personas del sexo opuesto que los puede llevar a circunstancias comprometedoras, complicadas y poco agradables en un futuro. Es evidente que en la adolescencia y en la juventud temprana hay una inmadurez tanto mental como física que los incapacita y los imposibilita para enfrentar esa relación con madurez. La relación entre los seres humanos, siempre debe de estar basada en principios de amor, en principios de respeto, y en ese contexto de la adolescencia no hay la madurez adecuada para que se pueda dar un noviazgo.

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